Los
si’kuli, vienen de la cultura huichol, que habita el territorio, llamado por
los españoles: México. Sin embargo, se han encontrado si’kuli en todo el
territorio andino de Latinoamérica.
Se
cuenta que los ojos de Dios vienen a ser un registro de la visión que los
tejedores han tenido de su conexión con el cosmos a través del consumo de
peyote, planta sagrada, como la ayahuasca o la coca para otros pueblos.
El
Museo de los Cuatro Pueblos de Nayarit, de la Unidad Regional Nayarit de la
Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del [Conaculta], mantiene
una exposición permanente de artesanías wixárikas, coras, tepehuanas y
mexicaneras. Uno de los investigadores de la cultura wixárika más acreditados,
el etnólogo alemán Johannes Neurath, dice que los adornos en el atavío tradicional
de los huicholes tienen un propósito reivindicativo de su etnia, de su cultura
y de su religión y una intención protectora de contenido mágico.
En
un tapiz de Efraín Ríos en el que describe el "rito del tambor" -con
el cual se protege a los niños a partir de su nacimiento hasta los cinco años
de edad- aparece en el centro "Tatewarí" (el Sol), cuya línea
circular en rojo y amarillo está coronada por una cornamenta de venado, y entre
las astas sobresale el dibujo de un peyote. En torno a la simbolización del
"abuelo fuego" están tejidos otros elementos religiosos importantes:
rayos de sol, flechas, estrellas, flores, veladoras (único referente cultural
de procedencia cristiana), el tambor ritual y un "árbol cósmico"
integrado por uno o más "ojos de Dios".
El
"ojo de Dios" es la figura instrumental religiosa más conocida de la
cultura huichola. Representa los cinco puntos cardinales del cosmos wirrárika
-oriente, poniente, norte, sur y centro- y en él se reivindica al oriente,
donde surge "abuelo fuego", punto geográfico más importante del
universo. Un "ojo de Dios" equivale a un año en la vida de un niño y
cada año, después de su iniciación en la "Fiesta del tambor" apenas
recién nacido, su padre debe elaborar uno hasta que cumpla cinco años de edad,
para que siempre esté protegido. Estos amuletos integran un "árbol
cósmico" que se tira al mar en un lugar sagrado que los wixárikas tienen
en San Blas, Nayarit.
No hay comentarios:
Publicar un comentario